Hoy en día ya no parece extraño que terminos como empresa y sostenibilidad se aunen para formar un nuevo concepto: empresa sostenible. Este nuevo modelo de empresa tiene en cuenta el impacto que sus actividades tienen en la economía, la sociedad y el medioambiente.
Uno de los temas de actualidad tanto a nivel social, medioambiental, político y económico es el cambio climático. La lucha contra el cambio climático ha servido de motor para empezar a tomar acciones necesarias encaminadas a un desarrollo más sostenible. Sin embargo, ésta lucha requiere de una respuesta colectiva: nuevos modelos energéticos, de desarrollo y de consumo. Los cambios necesarios para implantar los nuevos modelos se ven limitados debido principalmente a tres factores: el corto placismo, la falta de visión y la falta de dirección. Por lo que ahora mismo se necesita un nuevo plan en materia energética, un marco regulador adecuado y un mercado que trabaje para la sosteniblidad. Así mismo, si queremos que las empresas se unan a la lucha contra el cambio climático y un modelo de desarrollo más sostenible debemos incentivarlas y/o premiarlas.
La ley de económia sostenible (LES) fomenta la mejora en el entorno económico, medioambiental y la competitividad empresarial, fomentando empresas más dinámicas y eficientes, simplificando su gestión administrativa, impulsando el uso de las TIC y la mejora del uso del capital humano. Sin embargo, hay quienes consideran que la LES es insostenible debido a su falta de visión de conjunto, objetivos e iniciativa en el cambio de políticas fiscales que fomentarian modelos de crecimiento empresarial más sostenibles.
Hay que destacar la importancia del papel que juegan los consumidores para conseguir un cambio en la nueva manera de hacer negocios. La presión de los consumidores fomentará empresas con modelos productivos más sostenibles, debido a que la sensibilidad de la empresa en materia medioambiental y social depende de la sensibidad que tengan sus clientes hacia estos sectores. No hay que olvidar que toda empresa busca obtener beneficios económicos por lo que se debe medir y cuantificar los beneficios que reporta a la empresa la toma de acciones responsables a nivel social y medioambiental.
En conclusión el nuevo modelo de empresa sostenible depende por un lado de un consumidor concienciado que evalue los valores de las empresas a la hora de adquirir su producto. Y por otro lado de los incentivos, políticas fiscales, marcos reguladores, que les de libertad para la innovación así como para abrise camino a nuevo sectores que les aporte beneficios ecónomicos llevando a cabo prácticas más responsables social y medioambientalmente.
Juan Carlos Jorquera Alfaro
Erica Nicolás Santana
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