La Fundación La Casa que Ahorra presenta en esta Sala Dinámica los resultados del Programa de Diagnóstico Energético del Hábitat Urbano PDEHU.
Este estudio se basa en la toma de fotografías térmicas de fachadas de edificios construidos en las décadas de los 60 y 70 en los municipios de Arahal (Sevilla), Barcelona, Santander y Segovia. Estos edificios poseen claras carencias en eficiencia energética que se ponen de manifiesto en las imágenes tomadas en las termografías de los edificios que pueden mejorarse con técnicas sencillas y de bajo impacto económico. Estas medidas supondrían una mejora energética entre el 40% y el 60%.
Tenemos que saber trasladar la importancia de estas medidas a la sociedad ya que éstas inciden claramente en la reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera.
El aislamiento del puente térmico supone un potencial de ahorro enorme en la rehabilitación de edificios como se muestra en las siguientes cifras; 23 millones de viviendas en España de las cuales 17 millones están ocupadas, suponiendo solamente un 7% aquellas que tienen se acogen al paraguas del código técnico de edificación (normativa referente a medidas de aislamiento y ahorro energético).
De este hecho sacamos como conclusión que las ciudades son sumideros de energía y que una de las medidas más eficientes para disminuir las emisiones de CO2 debido a la baja eficiencia energética es la rehabilitación de edificios teniendo en cuenta su eficiencia energética. Nos encontramos pues, ante un enorme potencial de ahorro a un precio asequible (en torno a los 20usd/ tonelada CO2).
Tomando los resultados del Proyecto SECH-SPAHOUSE que presenta la distribución de gasto energético general en el hogar cabe destacar que aproximadamente el 60% del gasto se distribuye entre calefacción y agua caliente sanitaria, por lo tanto nuestros esfuerzos en energética deben centrarse en cómo disminuir el consumo en agua caliente y calefacción.
Es por ello que se lanza este proyecto con toma de datos en municipios con diferente clima dentro de nuestro país, el cual pone de manifiesto la poca importancia que se le ha dado y se le da al aislamiento del puente térmico y aplica una calificación energética de los edificios igual a la de los electrodomésticos.
Las medidas destacadas en todos los casos son la mejora del aislamiento de la fachada, mejoras en las maderas, cambio en los acristalamientos de simples a dobles y en las zonas con un verano más severo térmicamente, introducción de elementos de sombra.
Observamos pues la rehabilitación de viviendas energéticamente eficientes como una suma de beneficios que van desde el menor gasto energético, el aumento de actividad en el sector de la construcción y el aumento de la creación de empleo. Para hacerlo se necesita una inversión que se rentabiliza a largo plazo.
Anteriormente estábamos observando un ayuda de los ayuntamientos de un 75% y del pago de un 25% por parte del propietario, pero hay que señalar que las ayudas están disminuyendo mucho por lo que hay que buscar nuevas fórmulas de colaboración pública-privada para iniciarlo. Hay que buscar la escala de actuación público privada para dar con el punto correcto.
Una reflexión a añadir es que cuando la parcela de al lado toma la iniciativa y se retiran los andamios quedando al descubierto las mejoras de la rehabilitación de las viviendas y la revalorización de las mismas las fincas vecinas se suman al proyecto más rápidamente.
Los barrios a estudio fueron propuestos por los ayuntamientos y dados los resultados, hay que indicar que éstos son muy conscientes de la problemática de sus barrios. La importancia de este estudio radica en que los resultados son extrapolables a un gran número de viviendas con patologías muy similares. Es reseñable el papel tan importante que tiene la concienciación de esta problemática ya que los retornos son tardíos (la rentabilidad es a largo plazo). Debemos saber vender la rehabilitación energéticamente eficiente tal y como hemos tomado conciencia individual al comprar un coche, siendo una pregunta obligada ¿cuánto consume?.
Destacar comentarios de los Ayuntamientos como que apenas las empresas incluyen en sus programas de eficiencia para los Municipios la rehabilitación energética eficiente, la derivación de los técnicos medioambientales hacia temas de urgencia o de último momento y no centrarlos en temas como la eficiencia energética de edificios, la posibilidad de ayudas a comercios para pequeñas auditorías de eficiencia energética, necesidad de cambios en las normativas municipales, necesidad de mejora de ayuntamientos en la inspección técnica de edificios.
Y como conclusión volver a incidir sobre el gran potencial de ahorro energético de las viviendas individuales a través de la rehabilitación energéticamente eficiente y de su potencial como creadora de empleo en la construcción.
Cristina Mima
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