Se analiza el proceso de rehabilitación desde los tres ámbitos: social, ambiental y técnico-económico, realizando un diagnóstico de la problemática actual, apuntándose algunas soluciones, recogidas en muchos de los siguientes puntos, al punto que dan paso a nuevas y opiniones y aproximaciones al problema, algunas citadas en el debate, como la necesidad de un enfoque aún más inter y multidisciplinario, otras no tratadas directamente en la sesión.
- Problemática diferenciadora de la rehabilitación en España: el 86% de las viviendas son en propiedad, lo que en inmuebles de múltiples propietarios entorpece la toma de decisiones y dificulta el desarrollo de una política efectiva de actuación. El IVA aplicable a rehabilitación penaliza estas obras, contrariamente a las políticas de fomento aplicadas en otros países.
- Necesidad de figuras de intervención ágiles, adecuación del marco legal y normativo, específico para rehabilitación. Dotarse de mecanismos de gestión a todas las escalas, especial atención a las comunidades de propietarios (a día de hoy, sin personalidad jurídica).
- La rehabilitación constituye un indicador de desarrollo de un país, situándose en líneas generales en torno al 50% del sector de la construcción, en Europa, llegando en algunos casos al 70%, y estando en España en el 20-30%. Aunque el parque de viviendas español es más reciente que el de otros países de su entorno, aproximadamente al 50% se construyó después de 1970, más de 7 millones sufrieron una importante precariedad de medios, soluciones constructivas y materiales. Unido esto a que los inmuebles que precisan rehabilitación están ocupados por las rentas más bajas y las personas de más edad, que no puede trasladarse a lugares con mejores condiciones.
- La rehabilitación urbana ha de ser un proceso multidisciplinar que no podrá resolverse sin la mirada de técnicos y profesionales diversos, sin contar con la opinión y sensibilización de los usuarios ni sin contemplar el proceso rehabilitador en toda su amplitud: usuario, edificio, ciudad, ciudadanos.
- Necesidad de la incorporación en los planes de estudio de formación en sostenibilidad. Que sea con rigor y huyendo de visiones parciales.
- Se plantea la posibilidad de elaborar catálogos de Buenas Prácticas por parte de los profesionales y técnicos. A la manera de las NTE (normas tecnológicas de la edificación, no de obligado cumplimiento) servirían de anticipo o base para futuras actualizaciones de normativa de intervención en rehabilitación. Puesto que falta mucho por hacer y la asimilación y aplicación de cualquier normativa es lenta, se hace necesario poner en común el conocimiento adquirido fruto de la experiencia y allanar el camino a los legisladores, si se quieren obtener resultados a medio plazo. Sea tanto por el interés general (mejora de la calidad de vida de los usuarios de los inmuebles y reducción del consumo energético y emisiones de GEI) como por el resurgimiento del sector de la construcción (generación de empleo).
- Recrearse en la filosofía del “balones fuera” (a la Administración, que ciertamente parece no haber previsto el tiempo que tardan las normas y leyes en hacerse efectivas, más si se habla de obtener resultados) y esperar, no es solución, para nadie, y no resuelve la descoordinación y falta de referencia existente en la intervención en rehabilitación.
- Construir con lógica; tener en cuenta el ciclo completo de vida de procesos y materiales. El ahorro está en optimizar lo que se gasta para gastar menos, planificando y minimizado las actuaciones en cantidad pero no en intensidad, dejando atrás la visión de las soluciones en el corto plazo. Esto conlleva la reducción de molestias a los usuarios y permite diversificar y ampliar el campo de aplicación de los gastos. Empleo de galerías de instalaciones urbanas que resuelvan, al ser registrables, las sucesivas oleadas de zanjas y agujeros en las calles cada vez que una compañía de suministro tiene que reparar o actualizar sus redes de distribución.
- Concesión al mantenimiento y conservación de edificios y espacios públicos la importancia vital que tienen, evitando los problemas derivados del mal funcionamiento de instalaciones y el deterioro innecesario.
- El tratamiento de los espacios públicos permeables al agua (la peatonalización de espacios públicos no ha de ligarse necesariamente a su pavimentación, hay que dejar respirar a las ciudades, filtrar el agua, limpiar el aire mediante la presencia de vegetación suficiente).
- Se denuncia una falta de datos exhaustivos sobre el parque edificatorio (estado, número de ocupantes...), ¿por qué no ahorrar tiempo incluyendo estos y otros aspectos en las Inspecciones Técnicas de Edificios, que ya funcionan a día de hoy?
- Emplear la tecnología que resuelva los problemas requeridos, no por novedosa o actual, sino por su eficacia y los valores que añade, sin limitar necesariamente las prestaciones de la vivienda rehabilitada respecto a la vivienda nueva (cableado de telecomunicaciones que permita el acceso a las nuevas tecnologías o la teleasistencia, accesibilidad, condiciones de habitabilidad adecuadas) Establecer perfiles o estándares de calidad para edificios construidos. Búsqueda del equilibrio entre lo que existe y las nuevas prestaciones.
- Obligatoriedad de informe o calificación energética en el momento de la venta de un inmueble, aspecto que ya se contempla en otros países europeos como Alemania o Francia.
- Aunque en 2020 todo edificio deberá ser de Cero Emisiones según la Directiva Europea, si no se actúa sobre el parque existente no se logrará un descenso significativo de la emisión de GEI.
- Incluir la adaptabilidad del espacio construido (o público) como criterio de intervención. La sociedad evoluciona en nuevos modelos de familia y nuevas necesidades, se localizan otros usos en edificios residenciales (oficinas, comercio)
- Fomentar la diversidad: la convivencia de diferentes actividades y usos de la edificación, la variedad de clases sociales, raciales y de edad, pues enriquecen la dinamicidad de la vida urbana, evitando el aislamiento y estancamiento, favoreciendo la conservación del empleo en los centros consolidados (p.ej. el comercio de proximidad) y mejoran la calidad de vida de los habitantes, que se muestran más participativos en las iniciativas de regeneración.
Palmira R. Martín García, arquitecta.
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