La geotermia es una energía sostenible, que aprovecha el calor contenido bajo la superficie del planeta del que se puede obtener energía de forma continua durante todo el año. Además, es una energía limpia ya que los niveles de emisión de gases de efecto invernadero son muy bajos o nulos.
En la actualidad, su inconveniente es la elevada inversión inicial que se necesita para implantar ésta tecnología por lo que se requieren medidas de impulso, por parte de las administraciones regionales y estatales, para lograr que los costes de producción sean competitivos a largo plazo frente a otras fuentes de energía.
Hoy en día existen instalaciones para producir electricidad a partir de fluidos geotérmicos, con una potencia total instalada en el mundo de más de 8300 megavatios. En 2015 se pretende que la energía geotérmica produzca 18500 megavatios de potencia instalada.
Los distintos tipos de recursos térmicos, o energía interna que puede ser aprovechada por el hombre para obtener ganancias energéticas y económicas, son: sistemas geotérmicos estimulados o de alta, media, baja o muy baja temperatura. Estos dos últimos requieren el uso de bombas de calor geotérmicas.
Teniendo en cuenta que los parámetros más importantes a la hora de realizar un proyecto son la temperatura, el caudal y la permeabilidad, cuando una de estas condiciones no se cumple, se optimiza o mejora el recurso que falle, obteniéndose así yacimientos “artificiales” o sistemas geotérmicos estimulados, que son los más habituales y que se espera que sean competitivos en 2020.
En España, los sistemas geotérmicos de alta temperatura sólo se pueden ubicar en las Islas Canarias. Por el contrario, los sistemas geotérmicos de baja temperatura pueden ubicarse en cualquier punto del país. Puede usarse como energía base y ser complementada con otras energías, como la solar, aumentando así el rendimiento que se puede obtener en cada instante.
Existe, por tanto, un gran potencial geotérmico que puede permitir el uso de esta energía renovable, reduciendo así la dependencia a los combustibles fósiles y asegurando el suministro de energía. Sólo falta que en el Marco del Nuevo Plan de Estrategias Renovables, que se publicará en 2020, se le reconozca la importancia que puede tener.
Hidalgo de la Cruz, Adrián
Ortega Riege, Eva
En la actualidad, su inconveniente es la elevada inversión inicial que se necesita para implantar ésta tecnología por lo que se requieren medidas de impulso, por parte de las administraciones regionales y estatales, para lograr que los costes de producción sean competitivos a largo plazo frente a otras fuentes de energía.
Hoy en día existen instalaciones para producir electricidad a partir de fluidos geotérmicos, con una potencia total instalada en el mundo de más de 8300 megavatios. En 2015 se pretende que la energía geotérmica produzca 18500 megavatios de potencia instalada.
Los distintos tipos de recursos térmicos, o energía interna que puede ser aprovechada por el hombre para obtener ganancias energéticas y económicas, son: sistemas geotérmicos estimulados o de alta, media, baja o muy baja temperatura. Estos dos últimos requieren el uso de bombas de calor geotérmicas.
Teniendo en cuenta que los parámetros más importantes a la hora de realizar un proyecto son la temperatura, el caudal y la permeabilidad, cuando una de estas condiciones no se cumple, se optimiza o mejora el recurso que falle, obteniéndose así yacimientos “artificiales” o sistemas geotérmicos estimulados, que son los más habituales y que se espera que sean competitivos en 2020.
En España, los sistemas geotérmicos de alta temperatura sólo se pueden ubicar en las Islas Canarias. Por el contrario, los sistemas geotérmicos de baja temperatura pueden ubicarse en cualquier punto del país. Puede usarse como energía base y ser complementada con otras energías, como la solar, aumentando así el rendimiento que se puede obtener en cada instante.
Existe, por tanto, un gran potencial geotérmico que puede permitir el uso de esta energía renovable, reduciendo así la dependencia a los combustibles fósiles y asegurando el suministro de energía. Sólo falta que en el Marco del Nuevo Plan de Estrategias Renovables, que se publicará en 2020, se le reconozca la importancia que puede tener.
Hidalgo de la Cruz, Adrián
Ortega Riege, Eva
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