sábado, 1 de diciembre de 2012

Reforma energética y sostenibilidad (DE-7)

El debate comienza con una falta a destacar; algún representante del Ministerio de Industria, Energía y Turismo para defender el otro punto de vista de la reforma energética. Precisamente hoy se está debatiendo esta reforma en el senado, donde se tratará principalmente el déficit de unos 24000 millones de euros que tiene el sistema energético español. Una idea clara señalada en el debate es que el déficit no es el problema más importante, aunque sea el más urgente, y por otra parte, que esta pseudo- reforma no va a conseguir los cambios de base que necesita el sistema energético ya que se está implementando una política ingenua con medidas contradictorias. 

Este déficit viene engrosándose desde el año 2003, debido a diversos factores, ya que se cargan costes al sistema energético que deberían ser incluidos en los presupuestos generales del estado, se han sobre-retribuido algunas energías como la nuclear y la hidráulica. La energía ha sido utilizado como arma política y se ha mantenido un precio para el consumidor que es menor que el coste de la energía. Además, las fuerzas políticas no han llegado a un acuerdo a largo plazo en cuanto a la reforma energética, lo que conlleva que cada cambio de gobierno suponga empezar de nuevo. En este debate se ha repetido la idea de que el futuro para conseguir un modelo sostenible, parte de la base de fijar objetivos concretos a largo plazo, fundamentados en el mayor consenso posible, basados en estudios y análisis científicos y que sean claros y abiertos a la participación ciudadana, que debe conocer los objetivos y las consecuencias de llevarlos a cabo. Además una política energética debe ir de la mano de una política social, ya que la mejora energética tiene que ser apoyo para el progreso social. 

Actualmente España tiene una dependencia energética del 80%, en Europa es del 50%. Como sabemos, las energías renovables son inagotables y autóctonas, y en los últimos años están demostrando mejoras en la eficiencia y el coste. Por otra parte, la tendencia de los combustibles fósiles es la de disminuir su calidad y aumentar su precio. Según la Agencia Estatal de Energía, no deberíamos utilizar ni una tercera parte de los combustibles fósiles disponibles actualmente si no queremos superar el aumento de 2ºC en la temperatura mundial. 


Como ya se ha apuntado, continuar con el sistema energético actual es más caro que invertir en energías renovables, especialmente si se incluyeran los costes ambientales. Realmente el futuro se encuentra en abastecer las necesidades energéticas con un 100% de energías renovables, lo cual es viable técnica y económicamente. España tiene una gran capacidad para aprovechar las energías renovables. Si se mejora la eficiencia energética, se fomenta la interconexión con Europa y se potencia el autoconsumo, España podría tener el liderazgo energético.


Aida Solé Medina 
                                                                                                   Daniel Centeno

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