AENOR nos ha otorgado una amplia y extensa visión del mundo de la gestión ambiental.
En el campo voluntario tenemos la medición de la huella de carbono mediante las normas ISO que luego dan lugar a las certificaciones. Actualmente la norma ISO que está en vigor es la ISO 14064, que será actualizada en la ISO 14067.
La huella de carbono proporciona una demostración del compromiso social de la organización, la intención de la organización de reducir las emisiones de CO2, la creación de un mercado bajo de carbono y la oportunidad de ahorrar costes.
Los productos se rigen por las normas PAS 2050, GHG Protocol y la ISO 14067; mientras que las de las organizaciones son la PAS 2060, GHG Protocol y actualmente la 14604 parte 1 que será sustituida por la 14069.
Para comunicar la huella de carbono de forma directa se utilizan las etiquetas, que siguen las normas ISO de etiquetado (etiqueta tipo 1, etiqueta tipo 2 y etiqueta tipo 3): ISO 14020, ISO 14021, ISO 14024, ISO 14025 y la ISO 14067 parte 2.
Las normas ISO se estructuran de la siguiente manera: primero con un análisis del ciclo de vida que se rige por la norma ISO 14044 e ISO 14040; después la cuantificación que se rige por la ISO 14064, después con el etiquetado ecológico ISO 14020 y después con la huella de carbono.
Las motivaciones para elaborar la huella de carbono son que se pueden definir mejores objetivos, políticas de emisiones más efectivas; también la intención de reducir emisiones, la incorporación de las emisiones en los procesos de selección de proveedores y materiales y la demostración de los compromisos de responsabilidad.
Las etiquetas que AENOR tiene para la huella de carbono son 3: para las emisiones calculadas, para las emisiones compensadas y para las emisiones reducidas.
Otro punto estratégico son los mecanismos de desarrollo limpio (MDL) que consisten en la implantación de proyectos que ahorran emisiones de efecto invernadero por parte de países que tienen obligación de reducción de emisiones (países del anexo I) en países que no tienen esa obligación. Los países anfitriones que cuentan con más proyectos MDL son China, India y Brasil; y los países promotores de estos proyectos son Reino Unido y España.
A parte del estudio del impacto que producen las organizaciones y los productos, también se pueden hacer auditorías del sistema energético de la organización, para observar los balances de materia y energía que existe en la organización.
En el campo voluntario tenemos la medición de la huella de carbono mediante las normas ISO que luego dan lugar a las certificaciones. Actualmente la norma ISO que está en vigor es la ISO 14064, que será actualizada en la ISO 14067.
La huella de carbono proporciona una demostración del compromiso social de la organización, la intención de la organización de reducir las emisiones de CO2, la creación de un mercado bajo de carbono y la oportunidad de ahorrar costes.
Los productos se rigen por las normas PAS 2050, GHG Protocol y la ISO 14067; mientras que las de las organizaciones son la PAS 2060, GHG Protocol y actualmente la 14604 parte 1 que será sustituida por la 14069.
Para comunicar la huella de carbono de forma directa se utilizan las etiquetas, que siguen las normas ISO de etiquetado (etiqueta tipo 1, etiqueta tipo 2 y etiqueta tipo 3): ISO 14020, ISO 14021, ISO 14024, ISO 14025 y la ISO 14067 parte 2.
Las normas ISO se estructuran de la siguiente manera: primero con un análisis del ciclo de vida que se rige por la norma ISO 14044 e ISO 14040; después la cuantificación que se rige por la ISO 14064, después con el etiquetado ecológico ISO 14020 y después con la huella de carbono.
Las motivaciones para elaborar la huella de carbono son que se pueden definir mejores objetivos, políticas de emisiones más efectivas; también la intención de reducir emisiones, la incorporación de las emisiones en los procesos de selección de proveedores y materiales y la demostración de los compromisos de responsabilidad.
Las etiquetas que AENOR tiene para la huella de carbono son 3: para las emisiones calculadas, para las emisiones compensadas y para las emisiones reducidas.
Otro punto estratégico son los mecanismos de desarrollo limpio (MDL) que consisten en la implantación de proyectos que ahorran emisiones de efecto invernadero por parte de países que tienen obligación de reducción de emisiones (países del anexo I) en países que no tienen esa obligación. Los países anfitriones que cuentan con más proyectos MDL son China, India y Brasil; y los países promotores de estos proyectos son Reino Unido y España.
A parte del estudio del impacto que producen las organizaciones y los productos, también se pueden hacer auditorías del sistema energético de la organización, para observar los balances de materia y energía que existe en la organización.
Paula Laguna de Miguel
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